"Es una mala película, con todos los clichés negativos posibles", afirma Tamara Rojo en una entrevista con el periodista de 'The Guardian' . En la que también denuncia que "los diálogos son ridículos, las escenas no son creíbles, los personajes son parodias, el conjunto me resulta imposible de ver. Es como para temblar".
La bailarina, cree que la cinta de Aronfsky que transmite una mala publicidad para el mundo de la danza que será negativa ya que transmite una imagen grotesca, cruel y muy alejada de la realidad.
Afirma que viendo esas escenas ninguna madre desearía que su hija fuese bailarina, y advierte a las chicas que están empezando que no hay por qué pasar por eso. "Si alguien te obliga a trabajar así... ¡huye! ¡rápido!", llega a decir en un momento de la entrevista.Además, Rojo criticó exageraciones en la película respecto a trastornos alimenticios, compañeros supercompetitivos que desean tu fracaso, madres obsesionadas, directores de compañía que se convierten en depredadores sexuales...
Pero lo que más le duele a Tamara es el hecho de que Aronofsky intente hacer creer al público que una estrella de ballet se fabrica en pocos meses.
"Es un insulto pretender que alguien puede convertirse en la primera bailarina en doce meses. Es inalcanzable. Es casi lo mismo que decir que lo que he conseguido no tiene mérito por que cualquiera puede hacerlo en pocos meses", espeta indignada.